Honore

Cuando un librero parisino descubrió la escritura de Balzac decidió ofrecerle tres mil francos por su próxima novela. Cuando vio que su dirección era en los barrios bajos de París, redujo el precio a dos mil. Al llegar al edificio vio que vivía en uno de los últimos pisos y bajó a mil quinientos. Cuando entró en el altillo vio a un hombre cansado y un trozo de pan viejo en agua y el precio bajó a doscientos francos.