Iris es fea, dulce y astuta.
Iris es magnífica.
Iris es un nombre de mujer pero ella en sí es una membrana coloreada.
Iris ama de manera plácida y desbordada todo lo que hace.
Iris es una consumista enfermiza pero utiliza los objetos para elaborar su vida y transmitir su afán por ella, su devoción por una soledad llena de artilugios. No hay nada que pueda hacer más feliz a alguien que una pasión.
Iris no le tiene miedo a la vida.

El documental trata simplemente de una mujer que dignifica a las mujeres a pesar de, aparentemente, convertirlas en objetos de culto.
Pero no se engañen, Iris es demasiado lista. Ya ha regresado cien veces de cualquier sitio al que pretendamos llegar.